La mayoría de nosotros vivimos sin hacer ejercicio y como resultado no estamos en buenas condiciones físicas. Nuestras articulaciones de la caja toráxica se anquilosan y el tejido pulmonar pierde elasticidad, siendo presa de muchas afecciones.
Esta parálisis progresiva disminuye las fuerzas vivas de todo el organismo y lo priva de la oxigenación necesaria. El órgano que no trabaja se atrofia,
las sustancias tóxicas del metabolismo celular no son regeneradas y nos
vamos envenenando.

 

 
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No puede conservarse la salud si no se hace ejercicio, del mismo modo que no
se puede subsistir sin alimento. El ejercicio ha de ser lo suficientemente activo como para provocar de vez en cuando un sofoco saludable lo que
despliega al máximo los pulmones, permitiendo la entrada del oxígeno por
todo el organismo; con ello se desembaraza la sangre de impurezas y llega otra nueva, capaz de transportar no solo desechos y venenos, sino materiales
nutritivos de primera calidad lo que regenera nuestros tejidos y renueva nuestros órganos.
El ejercicio además mejora las condiciones del corazón, elimina la tensión y
la depresión, nos ayuda a quemar la grasa acumulada reduciendo nuestras
medidas, afirmando los músculos y moldeando nuestro cuerpo.
El principal propósito del ejercicio es la adaptación física, lo que
significa que tu corazón y pulmones funcionen eficientemente, que tengas
fuerza muscular, flexibilidad, agilidad, coordinación y reserva de energía.

 

 

Los ejercicios aeróbicos (natación, danza aeróbica, correr, atletismo) dan
tono al cuerpo y dan fuerza a los músculos y corazón. Los adultos lo
necesitan más que los jóvenes para estimular su pobre circulación.
Inclúyelo en tu horario y diviértete haciendo ejercicio. Si no te gusta
hacer ejercicio solo, puedes hacerlo en grupo. Comienza despacio,
especialmente si hace mucho que no realizas ninguna actividad física.
Escoge el ejercicio que más se acerque a tu meta y condición física. Si
escoges correr empieza 25 pasos caminando y 25 corriendo, o caminando rápido
ve reduciendo al caminar hasta 15 minutos corriendo, o 15 minutos nadando, en
bici, saltando, lo que sea, ¡pero muévete! Al final un baño de agua ni muy
caliente, ni muy fría.
Precauciones:
Un check up médico para conocer tu estado general de salud.
Antes de hacer ejercicio dedica 10 minutos para calentamiento y al finalizar
10 minutos de estiramiento y relajación.
Atención: suspende el ejercicio y llama al doctor si sientes:
Naúsea, respiración demasiado corta, dolor en pecho o punzadas en el corazón.